lunes, 16 de marzo de 2009

Noche de Reyes

por M.B.

Director: Quico Cadaval
Autor: W. Shakespeare
Producción
: Centro Dramático Galego

Teatro Círculo de Bellas Artes, Sala Fernando de Rojas
16 de marzo de 2009


Voy a escribir sobre lo que he visto hoy, pero no desde el cabreo, (el cabreo que siento la mayoría de las veces que voy al teatro), para que vea j.p. que también se puede escribir sobre algo que te ha gustado. Pues la de hoy me ha gustado mucho. Así que voy a escribir desde el placer. El placer, eso que tengo tan escondido. El placer, vaya palabra.

Al terminar la función me he encontrado con una persona que me ha dicho que el director del espectáculo, al que yo no conocía, era el mejor contador de historias que existe, y yo me lo he creído, no porque me fíe ciento por cien de esta persona, sino porque me han contado una historia que me ha enganchado de principio a fin, me ha divertido, me lo he pasado muy bien. Con 10 actores y 3 músicos- actores hemos visto una historia, que llegaba a ser hilarante, de amores no correspondidos, con equívocos por cuestión del género de los protagonistas del enamoramiento/desenamoramiento, una historia de amores no correspondidos que acaban en amores correspondidos, situada en una playa de un país imaginario llamado Iliria, con unos actores que, hablando en castellano, hacían de su acento gallego un rasgo cómico de su personaje. O al menos quería ver yo ese rasgo cómico, por ejemplo en el personaje de Malvolio.

Me era inevitable emocionarme recordando otro par de montajes, por ejemplo el de los rusos del verano pasado en Madrid, que también me gustó mucho, pero en el que se creaba algo de confusión al interpretar todos los papeles hombres, y al recordar también al Malvolio de la película, creo que era Nigel Hawtorne; también he recordado las canciones de un musical americano muy hippy sobre esta obra, pero sobre todo, y cuando he soltado la lagrimita, ha sido cuando he recordado las escenitas que practicábamos cuando me dio hace años por estudiar interpretación. Todo esto me hace pensar si me ha gustado de verdad o es que esta obra me traía demasiados recuerdos… Que sí, que me ha gustado de verdad.

Sobre un fondo de chiringuito playero italiano, o donde se cantaban canciones italianas, la obra ha derivado hacia un final feliz para los personajes y feliz también para el público, pues como colofón final nos han ofrecido la canción más alegre de toda la noche, alguna típica italiana que ya conocíamos, pero eso daba igual, esta vez creo que es la primera vez que oigo músicas o canciones ya conocidas en un espectáculo que no me sientan mal; el teatro a veces es una celebración festiva, y eso ha sido hoy, con ese final. El teatro es una fiesta, así nos lo han hecho ver los gallegos.

M.B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario